Los años perdidos de la televisión infantil

Hace tiempo realicé un análisis de las series de dibujos bizarras de la infacia. También sobre aquellas series olvidadas. Ahora le llega el turno a esos otros programas infantiles de TVE cuyo recuerdo fue eclipsado tras el advenimiento de la bola de cristal.

Barrio Sésamo de la gallina Caponata

Al principio de los tiempos sólo había vacío, la noche copuló con el día y su fruto fue un televisor en blanco y negro que al encenderlo mostraba imágenes de un tío vestido de gallina con voz de mujer y un caracol verde que nunca se movía. Era el año 79 y yo tendría 2 años, no recuerdo a penas pero se que adoraba este programa, Caponata y Perezgil, forjásteis buena parte de mi.

La Cometa Blanca

Ahora entiendo por qué este programa ha pasado de puntillas sobre mis mitificados recuerdos infantiles... es que era una puta mierda!!! lo pusieron entre los barrios sésamo de caponata y espinete, y a parte de la espléndida canción de cabecera lo demás era un truño, unos tipos horribles hablando y mierdas de niños irreales, poned muñecos joder, las personas son una mierda, queremos abstracción!!!

Sport Billy

Menos mal que mientras teníamos esta genial serie, como ya he hablado otras veces de ella no digo más.

3, 2, 1 Contacto

Al principio no me gustaba pero acabé arrepintiéndome de ello. Era como para mayores y no salían muñecos ni dibujos, pero empecé a comprender lo que hablaban y me fascinó, aprendí cosas como que las plantas gritan si las quemas o cómo podía borrar una cinta con un imán. Ciencia para niños... genial. Y lo mejor fue que ahí vi por primera vez a Sonia Martínez... ahh mi musa de la infancia, me enamoré de su morena figura y su enérgico a la vez que lánguido porte. Y qué voz tenía. Ahora viendo los vídeos tiene cara un poco de retard y un pelo estropajo horrible, pero entonces me tenía loco. La pobre se dió a las drogas y la mala vida, salió en pelotas en interviú y la echaron de tve, murió de sida en los 90. Ahora entiendo por qué me gustan tanto las las chicas con ojeras, cavernariamente me recuerdan la última etapa de Sonia en la tele.

Sabadabada - Dabadabada

Este programa cuando lo echaban los sábados era obviamente Sabadabadá, y cuando lo ponían otros días, pues lo otro. Salían muchas canciones para niños, juegos, animales y mamonerías por el estilo, siempre cantaban los parchís, enrique y ana y sucedáneos de los anteriores como regaliz y los popitos.
En realidad este programa era otra puta mierda pinchada en un palo, sólo me fascinaba torrebruno porque era lo más parecido a un muñeco a parte de horacio pinchadiscos, y por supuesto, que al cerrar 3-2-1 contacto pasaron a la buena de Sonia y sus crecientes ojeras de yonki al programa.

El Kiosco

Con este programa nuestra infancia tocó fondo. Cambiar a mi amada Sonia por esta pija panocha insufrible, qué voz de pito y qué poca gracia, encima la mierda del pepe soplillo me hizo entender que no todos los muñecos de la tele son divertidos. Todo esto me empujó hacia una crisis prematura de madurez, llegué a pasar de la tele por aburrimiento y me centré aún más en los clicks, algo así como lo que sufriría años después con los mundos de Yupi. Decadencia y pobreza infinita la de esta época, menos mal que pronto vendría la bola de cristal a salvar nuestras infancias.




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De como perder el tiempo y no hacer nada

Seguro que más de una vez has vagueado sin saber por qué. Es una necesidad extraña como de que quieres hacer cosas pero luego no, por fin tienes ese tiempo que querías para hacer esa larga lista de tareas importantes aunque no vitales, y una vez que sacas ese tiempo... no haces na.
Te quieres levantar de la cama-pc-suelo para hacer cosas de provecho como ir a comprar algo que necesitas, arreglar algo que hace tiempo no funciona o simplemente limpiar, pero en el instante de enfrentarlo, una bella y extraña fuerza mayor de origen desconocido transmutada en etérea diosa vestal, se acerca flotando, te abraza, te besa te besa lentamente en el cuello y te susurra dúlcemente al oido: "bah, mejor luego". Mientras oyes arpas y clarines celestiales y una oleada de felicidad y autosatisfación te hormiguea por el cuerpo. Sabes que ese "luego" no existe pero te haces el tonto y te dejas engañar por ti mismo otra vez. No hay mejor engañabobos ni mejor bobo que uno mismo.

Así pues, te ves algún día comiendo pan duro con chorizo de cocinar porque no tienes otra cosa de comer en toda la casa, llevas gallumbos viejos medio rotos y jerséis con pelotillas de hace 2 temporadas porque "nunca encuentras tiempo para ir a comprar", te lías a borrar películas y series porque no tienes disco duro ni ganas de grabarlos en dvd o ni siquiera deuvedés vírgenes... y no hablemos del rincón de las pelusas detrás del ordenador. Hasta alguna vez me he quedado sin tabaco y no he bajado a comprar por no ponerme las zapatillas.

Pero la cosa se vuelve peor con las cosas más importantes como el "voy a tocar la guitarra" pero no lo haces porque nunca compras la maldita 6ª cuerda rota de hace un guevo, o quieres programar algo chulo, aprender a manejar algo nuevo, comprarte una tableta gráfica para pintar chorradas, estudiar otro idioma, empezar un libro, ir a un museo, dar siquiera un triste paseo... o querer escribir un post guapo que hace tiempo llevas abarruntando pero es complicado de tratar y acabas escribiendo esto porque es rápido y fácil, de cómo perder el tiempo y no hacer nada al final.

¿Qué le vamos a hacer?
Son las consecuencias de la vida disoluta, por echarle la culpa a algo.



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La gente miserable y las cosas que desaparecen

Últimamente he tenido la desgracia de fijarme en lo miserable que es la gente, no hablo de mendigos ni de harapientos, sino de gente corriente que se comporta como tal. No se si cada vez hay más ruines a causa de la crisis (o por la sicosis que conlleva), o porque quizás han estado siempre ahí y no te fijas hasta que visualizas 2 o 3 espectaculares actos miserables seguidos.

El otro día colgaron las luces navideñas por mi barrio, y las que nos ponen van siempre con unos años de retraso, son las que quitan de otros barrios por exhibir cosas absurdas como los rayajos de la calle arenal o los ovnis-ojetes del paseo del prado de este año. A nosotros nos dejan las cutres, las usadas, las que no son de diseño pero hay que amortizar, y no lo digo porque esto sea un acto miserable en si, que a mi me la suda, por mi como si cuelgan cagaos de vaca, sino porque el puto "feliz navidad" del año 94 que nos ponen está hecho con bombillas y no con leds y esto es una tentación para la gente miserable. Como poner caramelos a la puerta de un colegio. Vi rondando las luces que estaban aún en el suelo, a un señor cincuentón, un tío cualquiera que pudiera ser tu padre... pues se puso a desenrroscar bombillas el tío vil... me paré y me le quedé mirando con lo que se retiró abochornado. Si tío te he visto, eres un ruin cacho de miserable infame rastrero!!... robando bombillas de navidad estás robándonos la navidad... ¿para qué coño quieres tu esas mierdas de bombillas? ¿las vas a colgar en el espejo del váter una luz morada con una pila y dos cables?... cómpratelas que son baratas pordiosero!!

Otro suceso reciente: un tío muy feo en el metro comiendo pipas, se le cae una en el asiento de al lado aún caliente del culo de un viajero que se acaba de levantar. Lo piensa pero, en vez de tirarla a la bolsa de cáscaras se la mete en la boca . CUTRE!! ASQUEROSO!! MUÉRETE !! sanidad debería prohibir que nadie chupara nada que haya estado posado en algún elemento de vagón de metro. joder, que la peña se tira pedos en esos asientos!!.

Pero esto no acaba aquí, llevo toda la vida observando este tipo de miserabilidades, en mi barrio algunos bancos están sujetos al suelo con cadenas para que la gente no se los lleve, desmantelaron la cancha deportiva de al lado del iturralde pieza a pieza... primero las redes, luego los aros, más tarde las porterías, los tableros, el grifo de la fuente, las propias vallas del campo y finalmente la fuente... no se llevaron las rayas del suelo porque no pudieron.

A mediados de los 90 nos obsequiaron unos horribles octógonos de granito que supuestamente eran macetas, pero no duraron ni una semana, la gente miserable arrancaba esa mierda de plantas que eran putos matorrales para plantarlos en los chaléts. Los repusieron y volvieron a desaparecer todos y cada uno de los rastrojos. Aún hoy queda algún tiesto gigante de esos por el barrio, tierra con mierda de perros que se suben a cagar (o de humanos quien sabe). Y es que cada vez que el ayuntamiento pone algo de adorno los miserables se encargan de hacerlo desaparecer.

¿Y quién no conoce, tiene o ha visto una mesa hecha con los cristales de las cabinas? hasta he llegado a ver a un tarado en el buho con un cristal de esos que pone "telefónica" ... pero pedazo de imbécil, ¿es que no tienes cabinas en tu barrio?

joder, que me parece respetable que la gente se pelee cuando cierran el lidl por a ver qué acaban de tirar a los contenedores, al fin y al cabo no hay nada de indigno en intentar comer cuando no tienes nada, pero bombillas de navidad, cristal de las cabinas, plantas... coño que hay gente que rompe el cristal de las marquesinas de autobús para llevarse el poster de la tía buena en cuestión, por eso las suelen dejar abiertas.

Parece que las cosas que ponen en la calle no son de todos sino del primero que las coge, el cobre de las farolas, el plomo de las tuberías de las fuentes, retrovisores, antenas de radio, tapacubos, ruedas de moto, martillos rompeventanas de emergencia del autobús... si hasta ha desaparecido una de las dos únicas papeleras que había en la cutreparada de tren ligero de mi curro.

Más seguro que nunca, reafirmo que nos merecemos en verdad un holocausto.




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Rocco Sigfredi es siempre otro

Iván Ferreiro es el puto amo.