No hacía frío a pesar de ser Enero y aunque el castizo barrio de La Latina pierde mucho de noche, nunca resulta desagradable entretenerse en mirar los detalles de la fachada del teatro. La espera fue corta, Nuria tenía 4 llamadas perdidas de la policía en su móvil para avisarla. Vinieron dando las buenas noches, y un sobre con 65 eurazos. Alegre noche se presentaba, esto había que celebrarlo.
Claro, que esto tiene una explicación sencilla, no estoy inventándome una cutre historia de ficción para rellenar el blog, la realidad es siempre mejor.
A lo que voy, una hora antes tomábamos cañas en un chusco bar del centro, cutre pero barato para la zona y los tiempos que corren, y a Nuria le robaron el bolso en el tiempo en que sacó su móvil del bolso y lo fue a guardar. Increíble qué profesional, cinco sentados en un rincón, el bolso entre dos y ninguno fue capaz de ver al alto y delgado ratero que debió meter la mano por algún lado debajo de las sillas para cogerlo. Durante el pertinente berrinche e histeria desatada de la delinquida (es el 4º que le roban, ya se sabe de memoria el nº de anular las tarjetas y no es broma), Carlos y yo examinábamos cuidadosamente los contenedores en la poca esperanzadora búsqueda del bolso maldito, cuando de repente... ahí! un señor agarrado por dos tíos contra una furgoneta. Era un moro/rumano/armenio/delavapiés bien inmovilizado por un maromo más alto que yo y espaldas tan anchas como la furgoneta contra la que babeaba la mandíbula del chorizo.
-"¿Dónde está el móvil de la chica que has robado?" -preguntó el héroe de esta historia-
-"Esto lo haces en mi barrio de Barcelona y no sales bien parado" - chuck norris no lo hubiera dicho mejor-
Si, el tío fue tan listo o tan tonto como para ir a robar al bar de al lado. Eso está muy bien cuando no te ven y en pocas horas de curro te haces con suculentos botines antes de que la gente se haya bebido el monedero, pero por muy alto que seas y mucho respeto impongas como delincuente, cuando te pilla un tío que sabe aikido y tiene un brazo como tu muslo la has cagado. El chorizo se hacía el sueco y pedo pero terminó confesando. Cuando oyó que llamábamos a la policía se revolvió en vano, ya había 3 sujetando.
Resulta que el maleante es un habitual de la comisaría, no tiene papeles y al robar menos de 400 pavos se considera falta, no tiene a penas castigo. Si quieres denunciarle y si el tío no se declara insolvente, te pagaría una pequeña multa a decidir por el juez. Es decir, nada. Así que hay barra libre de robar por decirlo así, puedes hacerlo cuanto quieras, si te pillan sólo pasas un rato en comisaría y luego a seguir. Por eso esta gente no es violenta, no se arriegarían a cometer un delito mayor que les pusiera de una patada en su país.
Mi amiga recuperó el bolso y las pelas más tarde cuando el bandido fue registrado "profundamente" en comisaría. No sé si olían los billetes a culo o a huevada sudada, los gastamos rápido y la verdad es que nos hubiera dado igual. Por una vez la policía nos daba algo en vez de quitárnoslo.
Hurra mi querido lector, si sigues aquí es que mi tosca narrativa no te ha hartado todavía, quizás sigas leyendo por saber qué carajo tiene que ver una lata de atún en escabeche en toda esta movida... pues nada. Lo he puesto sólo para picar la curiosidad... jajaja, no te enfades, que se que los ladrillos no gustan (verdad brau?) y algo he de poner para captar la poca de atención que suscita entontrarte un tocho de leer en cualquier blog ... por eso llegar hasta aquí tiene premio: un
vídeo frikísimo y brutal que no se encuentra en cualquier parte
;)
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