Cosas que dan miedo

Hoy voy a hablaros de el miedo irracional, ese sentimiento de escalofrío y desasosiego que entra por la espalda en décimas de segundos, que te recorre el cuerpo erizándote piel y cabellos como cada vez que espinete veía salir desnudo de la ducha a donpinpón, bajándote esos gases sibilinos al cólon que obligan a cerrar el esfinter anal con fuerza(si, vuelvo a hablar de caca culo, soy un tipo desagradable que pienso que hablar de culo tiene gracia cuando en realidad canso. ya lo se, y no me importa un carajo porque este es mi blog y lo he llamado apocalipsis ventral como homenaje a uno de los mejores momentos del día de las personas, un momento sublime y que además es gratis: el momento de hacer popó, cacotas, cagar como una mula, plantar pinos ... todo eso, además en uno de esos éxtasis se me ocurrió la idea de iniciar esta bitácora). Bueno ya no se de lo que hablo, el caso es que este tío me da mucho miedo,
miradle ahí con guitarra en mano amenazando con tocarla delante nuestro, como si en vez de oyentes fuéramos enemigos de sus pelis, la mirada esa que pone de te voy a crujir las axilas y los codos hasta que muevas los miembros como un gusano ... como acojona este el steven seagal. y yo me pregunto ¿cómo sonará su guitarra? seguro que algo así como ccrrrackkk crhokgg crunggghccj ... y su voz como será? digna de los heraldos de los dioses sin duda, y ese su eterno look de duro ochentero con coleta y chupa de cuero ... es cool total, va a llenar el madison seguro. que hijoputa aquí el amigo seagal, que miedo que me da.

Este otro colega es un viejo conocido de la totalidad de los jóvenes españoles (los que nacimos cuando el paquito dejó de tocar los cojones a nuestros padres), hemos crecido con el, nos hemos tomado el bocata jamónyork todas las tardes frente al televisor, felices y contentos en el mundo de alegría y buenos sentimientos que inducían a nuestra tierna mente lechosa a creer en un mundo de bienestar y justicia, antes de que terelus, tomates y vómitos similares devastaran la inocencia de nuestros lechones de hoy en día. Me estoy refiriendo por si alguien no lo ha pillado todavía a Chema el panadero de Barrio Sésamo!!! Si!! aquél que iba siempre tiznado de harina, con un delantal harapiento y bailaba como un mono con plátano en el culo. Si, chema tiene ahora este deplorable aspecto, más cercano a una especie de anibal lecter pedófilo que a aquél simpático panadero que regalaba madalenas y cantaba canciones a los niños del barrio. Esa mirada tan melancólica denota fracaso y derrota, quizá no sean las pintas de sicópata lo que asustan en el, sino quizás esa mirada de infinita tristeza en que nos podemos llegar a ver reflejados, o quizás tememos lo que representa para nosotros ver a un símbolo feliz de nuestra infancia con semejantes pintas decadentes, en definitiva, temer la pérdida de la ilusión como parece que chema el panadero de barrio sésamo, ha perdido para siempre.