El tiempo de las cerezas

En mi enésimo y futil intento de mostrar al mundo la excelencia de las músicas exquisitas, presento el último disco de los insignes Bunbury y Nacho Vegas, todo el mundo sabe quien es el primero pero al segundo se le conoce poco. Nacho Vegas empezó en un grupo indie instrumental llamado Manta Ray surgido de la húmeda y gris Asturias, al tiempo se cansó de tanta experimentación guitarrera y se pasó a cantautor maldito.
A todo esto Bunbury se encontraba en una de sus frecuentes depresiones estacionales que incluso le llevó a abandonar su gira Freak Show bajándose literalmente del escenario, cuando al poco después le propuso al asturiano grabar algo a pachas. El problema de Bunbury es que siempre necesita estar bebiendo de alguien, es un gran artista y compositor pero necesita rodearse de gente que colabore y de la que influenciarse. Luego saca unos discazos increíbles, pero mucho debe a toda la gente con la que se codea.

Así que bunbury se empapa de vegas a cambio de compartir su inmenso público y caché mediático. El Resultado de esta relación simbiótica es "El tiempo de las cerezas", un disco doble lleno de canciones sórdidas, honestas e hirientes con toques a lo Tom Waits y Nick Cave. En todo el disco se diferencia cláramente qué partes son de uno y de otro, Vegas es un letrista realmente brillante con el que bunbury no puede competir, pero que se atasca con la parte melódica y los estribillos, justo el punto fuerte de bunbury.


Como muestra uno de los mejores temas bunbúricos: "De esclavitud y cadenas", no perdéos es increscendo del final con gaitas y todo. Alucinante.



A destacar de Vegas la descarnada y cruel "Bravo", sin duda el punto más álgido del disco, un pedazo de tema que pone los pelos de punta.




PD: Ya se que mis posts musicales despiertan poco o ningún interés, pero a mi me gusta escribir sobre esto.